jueves, 3 de agosto de 2017

Antes de entrar...

En el arte de la seducción, es el don en cada persona para despertar en otros grandes pasiones. En este mundo de ciegos y zordos, el tuerto y tartamudo es rey. Muchos pasamos la vida sin percatarnos de aquella puerta minúscula al final del corredor. Otros tantos han pedido hasta sus vidas en el dasasociego descenfrenado de sus perversiones. Dicho don, puede ser ajeno a la conciencia, como mero acto reflejo o puede ser algo verdaderamente intuitivo. Existe por consiguiente personas más conscientes de este poder. Esta Arma de dos filos, puede desata las mas grandes proezas o terminar con finales freneticos.
Si bien, cada persona tiene ciertos efectos en otras. Es aquella seducción involuntaria la mas pura y peligrosa. En un mundo cada día mas consumista, las emociones se vuelven mas ego meras y menos duraderas. No era lo mismo una falta en 1901, que hoy en día nos significa una minifalda.
En este renglon, la mujer a dejado de jugar un papel o rol fundamental en la transformación de la seducción, pasando de un arte a una prostitucion. Esto quiere decir, que si antes las musas eran exsaltadas en un mundo heroico, hoy en día pasamos la vida sin beber de la copa de la inspiración. Ya no nos motiva nuestro legado colectivo e inmortal, sino una imagen fugaz y desechable como la foto de una cámara instantánea que dejamos en el olvido de los trofeos personales de una habitación a la cual nadie va.


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